Hoy se cumplen 20 años de aquella fatídica noche donde tres niñas de 14 y 15 años que se dirigían a la discoteca Coolor, con el fin de asistir a una fiesta de instituto, fueron secuestradas, violadas, torturadas y finalmente asesinadas. Los cuerpos fueron encontrados 75 días después de su desaparición en una montaña próxima al. Pantano de Tous, en un sector conocido como La Romana el 27 de enero de 1993. Antonio Anglès (Asukiki o Sugar) se encontraba paseando con el Opel Corsa de su amigo Miquel Ricart y con él mismo. Vieron a las chicas haciendo autostop en una gasolinera para asistir a la fiesta, se pararon y ellas subieron. Al llegar a la discoteca Ricart le dijo a Anglés que continuara conduciendo, las niñas se pusieron a gritar y fue cuando Anglés con una pistola las golpeó con la culata y las ató. Ricart condujo hasta Catadan (donde se refugiaba cuando lo buscaba la Guardia Civil). Anglés sugirió la caseta medio rehuida la Romana y al llegar allí dos de las niñas fueron violadas por los dos, atan a las tres y van al pueblo en busca de comida. Al regresar violan a la tercera niña, a continuación cavan la fosa y les obligan a andar hasta ella, donde les dispararon y enterraron. Recogieron los casquillos y limpian el coche. A partir de aquí la búsqueda para encontrar a las niñas fue intensa hasta que en enero unas apicultoras se encuentran con la fosa. Durante la investigación la Guardia Civil encontró, un guante de Ricart, un casquillo de bala, un volante de la S.S. A nombre del hermano de Antonio Anglés. La Guardia Civil fue en busca de Enrique Anglés, pero no fue posible encontrarlo, su pista se pierde en 1993 en Lisboa donde embarcó como polizón en el “City of Playmonth”, del que se tiró supuestamente al ser descubierto cerca de las costas de Irlanda. Hasta el día de hoy no se sabe nada de él, es uno de los criminales m%E0s buscados por la Interpol. En mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Más tarde, se revela en la autopsia practicada por los prestigiosos profesores Luis Frontela y Ángel Canacedo que en las violaciones y el las torturas que sufrieron las niñas al menos intervinieron 7 personas y los pelos de pubis encontrados en los cadáveres no pertenecían a Ricart (según ADN). Esta noticia fue como una bomba que derrumbaba todo lo dicho anteriormente, a partir de aquí la sentencia en firme del Tribunal Supremo cerró el caso para la justicia, la verdad está enterrada con ellas. El crimen de Alc%E0sser fue en aquel 13 de noviembre de 1992 un golpe brutal para España, un país aún inmaduro para asumir que tal atrocidad se ha producido entre los suyos. Dos sujetos secuestran a tres niñas con las que sacian su sadismo sexual y sed de sangre, como si de una película de terror se tratara.
Miriam, Desiré y Toñi, tres niñas que no llegaron a mayores.
Jimmy Garrié
