Choque de trenes y Groucho Marx

Cada semana que pasa estoy más convencido que el choque de trenes entre Catalunya y España, es inevitable. No hay que preocuparse en demasía, pues la sociedad civil catalana ha demostrado su madurez en este asunto. Llegado el momento, si siguen ninguneando a Catalunya y continúan dando muestras de la soberbia e intransigencia en todo lo que hacen y dicen, en su ya popular NO y NO, se tendrá que salir a la calle en masa para recordarles, las veces que hagan falta en actos de democracia, que esto no es un experimento de unos pocos, sino de la aprobación democrática del 70% del pueblo de Catalunya. No sabemos qué locomotora será la más potente, pero la de Catalunya arrastra a miles de vagones con millones de personas y un solo destino. Y eso no hay quien lo pare. Como una gran masa de agua buscando una vía, que tarde o temprano, avanza en su camino. Algunos no saben que para inmovilizar a un pueblo en el siglo XXI, ya no valen las malas artes de las amenazas, el miedo, o el derrame de sangre de antaño. Para no darse cuenta de eso, hay que estar muy desinformado,  ser muy inconsciente, o estar carcomido por el gusanillo de la ignorancia…!
 
¿Qué podemos hacer contra eso hasta que llegue ese día? Hay un modo de no equivocarse a la hora de gestionar esa situación tan esperpéntica. Yo la llamo el modo 'Marx'. Una vez a los geniales Hermanos Marx, le preguntaron qué hacían para tener tanto éxito en los gags, como los elegían, cuales descartaban y como sabían que esos iban a funcionar con el pueblo. A lo que Groucho, uno de los Marx, contestó: “Fácil, ponemos a mi hermano, el serio, el conservador, el que siempre dice que no a todo, en las butacas e interpretamos los gags, si se ríe, descartamos ese gag, y si no le gusta, ese es el que nos conviene, pues seguro que tendrá éxito. Y ya ven cómo nos ha ido hasta ahora…” Magistrales. Bien, pues esa es una buena vía para seguir con el tren. ¡Hacer justo lo contrario de lo que ellos digan!. Seguro que lo que desde Madrid venden que en este proceso es bueno para Catalunya, es lo que no nos conviene. Y lo que a ellos no les gusta que hagamos, será justamente lo que nos encaje. Parece que hasta el ocurrente Groucho entendía y reflexionaba sobre el proceso catalanista que se avecinaba. Gracias Max Brothers!
 
Somos testigos como en multitud de debates televisivos, en infinidad de tertulias radiofónicas, con la excusa de contar con un invitado ‘catalán’, se despachan a gusto interpelando y despotricando a ese contertulio, a la vez que dejan caer lo equivocados que están en Catalunya, que nos hemos equivocado de via, y que solo ellos están en posesión de la verdad. Es una constante en los medios y no hay que entrar en ese juego, pues la permisibilidad con esas mentalidades, no es una opción. No se le puede dar carbón a esa locomotora que viene desprendiendo ya un humo tan negro y maloliente, a la voz de… más madera, más madera, es la guerra… A esos que no ven más allá de sus narices, y que viven de las amenazas en los congresos de su partido para satisfacer sus egos. Esos que esperan con regocijo oscuro como el humo de su tren, el plan para Catalunya de su intolerante cabecilla, sin siquiera haber consultado con la otra parte...la parte contratante de la primera parte…Ya lo dijo Groucho en otra premonición que parecía dedicada a ese dirigente: “Estuve tan ocupado escribiendo la crítica que nunca pude sentarme a leer el libro”.
 
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado