“Un pueblo no es verdaderamente libre, mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas”, decía el escritor Mariano José de Larra.
Esta semana el sr Oriol Junqueras en la entrevista de Tv3, nos ha transmitido una serena impresión de cómo alcanzar ese estatus de libertad de una manera sosegada y juiciosa. Y lo que es más importante, de forma creíble. Qué no daría la marca fiasco España, por tener activos como el sr Junqueras. Que no darían los exaltados del discurso amenazador por tener a un político que se vanagloria de ser profesor antes que político. Que habla tan despolíticamente que llega mucho más que ningún otro líder político. Hacía tiempo que no se veía tanta naturalidad a la hora de trasmitir un mensaje. Los exlíderes de Esquerra Republicana podían tener una iniciativa de partido similar, cada uno con su estilo, pero este dirigente ha llegado al sitio correcto, en el momento justo, para una cuestión extrordinaria, y con una retorica singular.
Quizás ha sido sencillamente por lo que en ingles llaman serendepity, que en términos generales se puede entender como casualidad, coincidencia, o accidente. Pero ahí está, dándonos otro motivo más para confiar, si ya no lo estábamos del todo, en cómo se puede defender una propuesta soberanista. Y de la manera que el pueblo de Catalunya está acostumbrado a gestionar sus proyectos, sin estridencias y persuadiendo con la palabra. Cuanta envidia les tiene que dar en el fondo a los de la marca fiasco, no disponer de alguien como este mandatario.
Es esperpéntico ver como la derecha conservadora española se deshace a pasos agigantados. Como los responsables del producto que nos han intentado vender se van desmembrando paulatinamente por la autofagia, y solo recurren al despropósito del discurso ramplón ante los hechos. Como la fundación FAES, que preside el expresidente del Gobierno José María Aznar, que califica la aspiración a la independencia como “el más absurdo y gratuitamente destructivo empeño político, económico y social de la historia de Catalunya”. Como coloquialmente se suele decir, 'se lo comerá con patatas'…
Sres. de la marca fiasco, esto lo decide la mayoría de un pueblo. Les guste o no les guste, así funcionan las decisiones democráticas en el mundo. Algunos deberán pensar que no siempre la mayoría puede tener razón, pero con cada discurso de su fundación consiguen un independentista más, y ayudan al éxito de la consulta. Estoy comprobando como a la gran banca nacional le interesa que no se produzca la independencia de Catalunya. Pues sería el adiós a la exclusiva de Madrid como el gran centro de recantación de los grandes fondos de inversión. Se acabo el pastel para uno solo. Adiós a los JP Morgan y compañía, con el dinero del turismo de Catalunya, solo por poner un ejemplo.
Yo les recomiendo que vean la entrevista a Oriol Junqueras en la tv publica de Catalunya de hace unos días. Les será de gran ayuda para entender cómo piensa un catalán que solo quiere lo mejor para su tierra, sin menospreciar lo que sea español. Es más, si hay que rescatar un ejemplo de la misma, les encomiendo a reflexionar sobre el punto donde dice que el catalán no será la única lengua oficial en Catalunya. Que este proceso se hace para conquistar nuevos derechos y no a recortar los mismos. Vean como se hace para seducir con mensajes positivos y edificantes. Justo lo contrario a su persecución lingüística del catalán. Se lo dice el que suscribe este artículo que aunque pueda parecer lo contrario, intenta ser ecuánime, dentro de lo posible. Pero ante tantos despropósitos, no se puede ser más que justo. Vean lo que puede ser una marca Catalunya sin envoltorios ni ostentaciones, sin narcisismo. Aunque ustedes desconozcan esos términos.
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
