Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino. Cada individuo, aún bajo condiciones adversas o tragicas, guarda la libertad interior de decidir como quiere ser y actuar, y exteriorizar o no su opción ante esa trascendental situación. Es precisamente la postura en el camino a seguir la que nadie nos puede arrebatar, la que confiere a la existencia, una intención y un sentido. Una persona no necesita realmente vivir sin tensiones, sino esforzarse y luchar por una meta o una misión que le merezca la pena. Así reflexionaban tambien muchos prisioneros en los campos de concentración nazis. Y no se hace referencia a esa obra maestra, 'La Vida es Bella', de Roberto Benigni. Sino la que tendrán que, sin dramatizar, soportar la mayoría de catalanes por el proceso soberanista.
Esta semana Carme Forcadell ha declarado en los medios que, “Me siento en el punto de mira, y temo que la ANC pueda ser ilegalizada”. Es posible que pese a no tener pruebas el ministerio de justica este investigando esta asamblea. Nadie puede arrebatar la actitud, la intención y el esfuerzo que está demostrando esta activista por las tensiones que soporta (y soportará) como presidenta de esta plataforma. Todo esto es debido a unas declaraciones en ‘El Món’ de RAC1, emisora del grupo editor de La Vanguardia, en la que el exdirector de ese diario apuntaba que “miembros” del Partido Popular (PP) están presionando al Ministerio de Justicia, para que la Fiscalía proceda a la ilegalización de la L’Assemblea Nacional Catalana, debido a la percepción de observar un contenido golpista en el texto que tiene previsto ratificar en Tarragona el próximo 5 de Abril de este año. Ese exdirectivo, José Antich ha asegurado que “algunos creen que la ANC está instigando a un golpe de estado en Catalunya”, pero no ha aportado ningún detalle para victimizar ya a Forcadell preventivamente. Quién fue el responsable de La Vanguardia no ha querido pormenorizar sobre esta información ni sobre cuáles serían los dirigentes del PP que estarían presionando al ministerio que encabeza Alberto Ruiz-Gallardón, y ha afirmado que “son capaces de entender lo que pasa en Crimea, pero son unos ineptos a la hora de entender lo que pasa en Catalunya”.
Se está oyendo mucho últimamente a los políticos unionistas decir que lo más preocupante de la situación de Cataluña es la cantidad de gente que se toma en serio a los políticos del sí. Y lo más preocupante de los políticos del sí, es que parece que se toman en serio a la ANC, la sedicente ‘Asamblea Nacional Catalana’, la “fuerza de choque” movilizadora del independentismo. Pero siguen sin entender que es el pueblo de Catalunya el que da razón de ser a esos políticos, a la vez que a esa plataforma. Primero gritaban al aire que el llamado ‘proceso catalán’ no era más que la huida hacia adelante de Artur Mas, ahora el entorno mediático afín al gobierno conservador y todos sus lacayos sucedáneos, han dirigido su mirada y su frustración en el debate territorial, hacia esta entidad que se ha erigido en el símbolo de la sociedad civil independentista catalana. La ANC, una asociación de escasamente dos años de andadura y que cuenta ya entre sus logros haber organizado tanto la Diada del 2012, como la Vía Catalana del 2013. La publicación de esa llamada ‘hoja de ruta’ de la ANC, una ponencia todavía en tramites (se están negociando las enmiendas) y que se votará el próximo 5 de abril en el seno de la organización, ha hecho saltar todos los resortes del nerviosismo, y la segregación de bilis por parte de los unionistas. Para la ANC no hay nada imposible, como dice el spot: “Impossible is nothing”. Ya se dijo desde aquí, algunos siguen negando la evidencia y cuando lo quieran entender y vean que va en serio, se echarán la culpa entre ellos. Porque el desprecio apresa más al que lo practica que a quien lo recibe. Tiempo al tiempo…
J L Herrera Vega
Ciències de Informació i Comunicació
El Comunicado
