En los últimos tiempos, se viene hablando mucho de terminos como el “win to win” (ganamos todos) en las relaciones comerciales, en los eventos de networking, y hasta en las relaciones de pareja. El concepto, en sí, es tan viejo como el ser humano, y trata de sintetizar la base sobre la que establecer un acuerdo en la que ambas partes ganen. Pero en la política, esa es otra historia…
El Sr Artur Mas, president de la Generalitat, ha manifestado este jueves en una entrevista como estreno del programa ‘PuntCat’ de TV3, que aspira a una solución win-win para el proceso soberanista catalán. El cap del govern no quiere que haya vencedores ni vencidos. Ni que Catalunya se sienta vencedora ni España derrotada, o viceversa. Sinceramente no creo que el termino win to win, muy usado en los conceptos de marqueting y negocios, valga para lo que está gestionando Catalunya en su proceso. Si lo dijo como una consigna política de acto de buena fe, para calmar las ansias beligerantes del estado, podría valer, pero poco más.
La mayoría de las personas tienden a pensar en términos de dicotomías, en plan blanco y negro, donde solo hay dos opciones posibles: fuerte o débil, rudo o suave, ganar o perder. Pero este tipo de pensamiento es fundamentalmente defectuoso. Se basa en el poder y la posición, y no en principios. El mismo president sabe que no se estará en igualdad de condiciones cuando empiece el baile. Se ha quejado de que en España siempre tratan a Catalunya como “subordinada” y que no están acostumbrados a tratar “con una Catalunya que planta cara democráticamente”. Esto va a generar tensión en esas caras, como en una partida de póker. El estado va a hacer muchas trampas, va a romper la baraja una y otra vez, y habrá intentos de ‘disparos’ al pianista, que ya sabremos a quién le toca ese papel. Es mucho mejor comprenderlo desde el principio, y no más adelante cuando estén todos como en un ajetreado Western Saloon.
Para la clase política puede verse como un negocio por ambas partes, y sin lugar a dudas es esencialmente importante la parte económica, pero ahora no creo de que se trate de aquello de ‘si la economía va bien, todo va bien’. Es bien sabido que los políticos sacan su perfil político-económico, tan pronto pueden. Pero estamos hablando de un proceso soberanista sobre la autodeterminación de un país donde la fuerza del mismo estriba en su pueblo, en su gente. Y en el pensamiento ciudadano hay mucho más que ese win to win como fondo. Si se quiere elegir la independencia es por algo más que eso. Detalles como la dignidad personal, la decencia democrática, el decoro en lo social, la seriedad en la educación y el trato sanitario o la pregorrativa judicial, por poner solo unos ejemplos, también cuentan.
Pero Catalunya no debe estar por la labor de crear una corriente de opinión sobre lo que puede ganar o perder, y lo mismo opino para España. Aun reafirmándome en que el derecho a la autodeterminación es bueno para ambas parte. Y más aún si el País Vasco sigue el mismo camino. Entonces, la clase política española o se reestructura y se transforma o acabará siendo, que hasta ahora con la ayuda de Catalunya está impidiendo que pase, un Estado rescatado definitivamente por Europa, y esté compartiendo altura política con Grecia, Portugal o Irlanda. Pero no lo veamos como un win-wintal como se conoce esta estrategia de márqueting de intereses recíprocos. Cuando llegue el momento de sentarse a negociar ya se reflexionará cual es la linea a seguir, y lo que se tenga que llevar a cabo que se haga con firmeza, y no con la predisposición de ‘quedar bien’ por adelantado. Vale la pena jugar fuerte, España está llevando a la deriva a Catalunya. Bueno ya la tiene al borde del abismo. Así pues, poco remordimiento en las reglas del juego que se propongan.
Por otra parte, el president cree que el Estado puede perder una vez más la oportunidad de solucionar la cuestión catalana si recurre la futura ley de consultas tras la negativa del Congreso de los Diputados del 8 de abril que no permitió un referéndum acordado con el Estado, tal y como se solicitaba desde Catalunya. Ha recordado que ya se dejaron escapar otras dos oportunidades con el Estatut y al rechazar el pacto fiscal. “Contemplo todas las posibilidades, también que recurran -la ley de consultas-, pero déjenme pensar que aún tienen una oportunidad”. President cree de verdad que ellos van a aceptar un win to win, acostumbrados a ganar, ‘trapicheando’, históricamente. Yo no me fiaría.
J L Herrera Vega
Ciències de Informació i Comunicació
El Comunicado
P.D. Gràcies Tito, per el teu tarannà i pel que ens has donat…
Sempre amb nosaltres, descansis en pau.
