Hay un refrán popular que dice “Oficio que no sustenta tu vida, dale despedida.”
Según la voz de muchos y de algunos más, se ha ido el peor ministro de la historia de la democracia. No sé, digno galardón lo podrían atesorar varios ministros más del estado español en estos años. Tanto del PP como del PSOE. Aunque lo que es seguro es que el exministro de educación ha hecho meritos para eso y para más. El autor de la nefasta LOMCE. El exministro ha indicado que deseaba abandonar su sillón desde hace meses. Antes de la destitución por parte de su partido. Motivos para excusarse por tal decisión no le faltan, pero son pocas comparadas con lo que se supone ha tenido/tiene que lidiar el PP en épocas en las que ya no se aguanta de pie. Deja detrás de sí, querellas, reclamaciones, protestas, manifestaciones estudiantiles, descontentos, disgustos, hastío de los docentes, alteración social sobre la educación de las lenguas cooficiales y un largo etcétera.
Wert parece un vertedero. Nadie lo quiere cerca. Desde los obispos de la Conferencia Episcopal Española hasta los rectores de universidad, los colectivos antitaurinos, los actores y propietarios de salas de espectáculos y los sindicatos de estudiantes o profesores, como a las comunidades autónomas, el cese/huida de José Ignacio Wert como ministro de Educación, Cultura y Deportes ha suscitado tanto entusiasmo como muestras de alivio. Tanta paz lleves como descanso dejes!
Lo de este señor, como el resto del PP, creadores de la reforma para la mejora de la educación educativa o LOMCE, han impuesto sus actitudes reaccionarias como hacía tiempo no se conocían. A la enseñanza pública que pretenden devolvernos al sistema educativo de los años 50. No hace falta volver a argumentar los problemas que ha ocasionado en Catalunya una vez ya se había normalizado un sistema educativo que funcionaba. Ahora la implantación de esta Ley Orgánica se tambalea tras el 24-M en la docena de comunidades donde no va a gobernar el PP. PSOE, CiU y PNV llevan tiempo fraguando un frente autonómico antiLomce que restablezca tal despropósito. Ese excaudillo ministerial de educación ya tiene bastante con sus ideales políticos, con perlas como “la fuga de cerebros es buena para España o, al menos, no siempre es negativa”, conviene que pronto no sean asunto de Catalunya lo que es bueno para ese estado…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
