“Bon dia a tots!” Mateo Kovacic, reciente fichaje del Real Madrid, arrancando en catalán su discurso de presentación en ingles hace unos días. (min. 4 enlace)
Despues de esta semana de noticias en 'blaugrana' me han vuelto a preguntar si soy un culé “patidor” (sufridor). Si estar tan pendiente del mundo Barça, alegrarse y angustiarse por él, con las victorias y las derrotas, se puede traducir realmente en algo ‘practico’, con algún propósito positivo. Por ejemplo en estos momentos tan apasionantes que le toca vivir a Catalunya en su andar hacia el soberanismo. Pues bien, creo adivinar que el resultado de tantas celebraciones televisadas por los títulos conseguidos, las presentaciones y despedidas de jugadores, o las ruedas de prensa, etc. han hecho que fuera del estado español, el catalán ya se vea como un idioma habitual de uso. Internacionalmente está plenamente normalizado. Por eso Kovacic saludó al madridismo en catalán. Pensaría que al oirlo tanto en los medios, tendría que ser por fuerza el idioma oficial en la capital del reino. Ni decir tiene como anda la rancia caverna mediática por esa afrenta en el santuario merengue. Al igual que su incalificable presidente y sus incondicionales adeptos. Ninguno tiene respuesta.
Lo de Javier Tebas, presidente de la Liga Fútbol Profesional, lanzando un aviso en RAC 1, sobre su deseo de que las banderas esteladas dejen de ondear en el Camp Nou, es otra muestra de ello. Tebas, contrario a estas muestras soberanistas en los partidos, mantuvo su reconocimiento a la sanción de la UEFA al Barcelona por este motivo y quiso dejar claro que “yo también sancionaría las esteladas pero la normativa en España no lo permite, por tanto, no me lo planteo desde la LFP”. Enjuiciando que“las esteladas se están sacando como una reivindicación independentista de romper España, por lo tanto estamos ante una reivindicación de fondo político e histórico.” Lo que indica que el Barça está ahí, como hueste pacifica. Y eso se nota.
Lo que no se acaba de entender es la docilidad de los medios deportivos catalanes. Ante cualquier noticia en contra de los intereses del Barça solo se advienen a decir ‘a ver qué pasa’. Por el contrario los del resto del estado si dan la opinión favorable a sus inclinaciones tanto deportivas como políticas sin tapujos. Pero ese es otro tema que daría para mucho. Comienza la liga, y mientras se sigue con el 'procés', sería de agradecer medios catalanes (todos) más firmes. Y es que cuando el rio suena a complot o contubernio contra el Barça… el club bien lo vale. Y Catalunya lo necesita…
Keep calm and ‘bon dia a tots’!
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
