¡Tremendo zasca a España! Es totalmente viable una Catalunya independiente y económicamente fuerte. Lo ha dicho el Premio Nobel de Economía en 2001, el estadounidense Joseph Eugene Stiglitz. Este economista y profesor estadounidense es conocido además de por su visión crítica de la globalización, de los economistas de libre mercado, -no se casa con nadie- por sus influyentes y numerosas contribuciones a la microeconomía y su participación en numerosos puestos de carácter político. Desempeñó labores en la administración del presidente Clinton como presidente del Consejo de Consejeros Económicos (1995-1997) y en el Banco Mundial, donde estuvo como primer vicepresidente y economista jefe (1997 – 2000).
Pero si hay algo donde acaba de ser noticia por estos lares, es su apoyo a una economía catalana como futuro país independiente. En el 2012 este Nobel ingresó como Académico Correspondiente, en la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España (RACEF), y su visión de la actualidad está muy alejada de los canones conservadores españoles. ¿Qué hace a un académico español posicionarse de esta manera? La realidad. Stiglitz considera “factible” la independencia de Catalunya en términos económicos. Si tenemos en cuenta que la economía es la base para el buen funcionamiento de cualquier Estado, no ha podido ser más claro.
Según este premio Nobel, en un contexto de apertura de los mercados y economía globalizada, Catalunya es una posibilidad real, porque además “en un mundo globalizado es más fácil para los países relativamente pequeños funcionar y hacerlo relativamente bien”. Durante la rueda de prensa en el Palau Macaya de Barcelona, Joseph Stiglitz ha puesto de ejemplo Islandia, que está fuera del euro, tiene un tipo de cambio flexible y lo ha hecho bien y además ha salido antes de la crisis. Por lo que Catalunya no tendría problema en mantenerse y crecer económicamente.
Sin embargo ve “consecuencias políticas muy importantes” en otros factores para Europa. El dilema, a su juicio, es si una Unión Europea (UE) podría funcionar ‘políticamente’ con 40 países en lugar de los 28 actuales, si alcanzan su soberanía los que así la reclaman. En cualquier caso, no ha querido entrar en temas políticos, que eso es solo cuestión de talante democrático y entendimiento entre países de una misma unión continental. Palabra de Nobel. No hace falta saber mucho de economía para entenderlo…
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
