Acaba el año y empieza el 2018. Ha dado para mucho en cuestión de noticias. La crisis económica y el tema catalán han sido las que han llevado el peso por estos lares. Y si se vuelve a recordar que España está en peligro, que puede desaparecer, no es por el tópico recurrente sobre su destino con la futura independencia de Catalunya, que lo es, sino por el problema de la natalidad de este año que acaba. Pura lógica matemática.
Si España fuera de nuevo tan bien como nos intenta vender el gobierno, no habría habido este año ni el anterior tan baja natalidad, con el peligro real que eso conlleva. Seguir con ese baremo este próximo año y alguno de los siguientes ya seran muchos, y no se podrán pagar definitivamente las pensiones en las próximas generaciones al no haber jóvenes que trabajen para mantenerlas, se vivirá en una sociedad sin apenas niños y descompensada en muchos aspectos.
No es empezar el año queriendo se agorero con el futuro de España, pero con la ‘hucha de las pensiones’ liquidada, el Estado alemán sin querer renovar la deuda pública al español y este enfrentándose a una ola de envejecimiento, no es de extrañar que Catalunya siga pensando que tarde o temprano cada uno acabará por su lado. Y si esto no da para más ¿para qué alargarlo?
Es significativo que la edad más numerosa de la población española de hoy sea de 40 años, y dentro de una década sean los de 50. Vamos hacia una sociedad estatal absolutamente llena de mayores, lo cual estaría muy bien si no fuera porque no hay gente joven para compensarlo. En España, nacen menos niños que en el siglo XVIII. Es verdad que se ha reducido la mortalidad infantil, pero si no aumenta la tasa de natalidad, cada año nacerán un 2% menos de niños. El ciudadano español ya está menguando. Los españoles autóctonos cada vez son menos. Hubo un repunte de inmigrantes con la abundancia en la época del ladrillo que mantuvo algo la natalidad, pero ya ni eso.
La España que se vende con el ‘vuelve a ir bien’ tiene las tres provincias -entre las que tienen al menos 100.000 habitantes- con récord mundial en balance entre muertes y nacimientos. En Zamora, en 2016 por cada nacimiento hubo tres muertes. En Lugo y Orense ya hay dos muertes por cada nacimiento. No es que tengamos la menor tasa de fecundidad en Europa, es que España ha tenido en los últimos 20 años la menor tasa de natalidad del mundo de promedio.
A nadie le extraña por tanto que Catalunya quiera huir también de esos records que nos va dejando el glorioso Estado español. De los diversos escenarios que se plantean al final del proceso soberanista, el más beneficioso para Catalunya sería la independencia pactada con el Estado, ya que “reduce los riesgos e incertidumbres y es el que da un crecimiento más rápido a corto plazo”, según concluye un informe del Think Tank belga Centre for European Policy Studies (CEPS), y el Cidob, que se presenta en el Parlamento Europeo y que analiza de forma prospectiva (con el horizonte del año 2030), y desde una óptica política y económica, escenarios de futuro para Catalunya.
Aguantar el status quo actual entre ambas partes, aún dificil, podría ser factible durante estos años. Se puede acortar, pero se duda seriamente alargar más de una generación el conflicto. Por pura decisión de supervivencia de ambas partes. Veremos cómo se van desarrollando los acontecimientos…
Bon Any, Buen Año 2018!
JL Herrera Vega
Ciéncies de la Informació i la Comunicació
El Comunicado
