“He vivido los casos de corrupción del PSOE y ahora los del PP.” Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, condesa consorte de Bornos, condesa consorte de Murillo y presidenta del PP de Madrid.
La corrupción es un mal endémico en España. Con los años se ha pasado de las inolvidables cloacas del Estado del PSOE y el Felipismo, a la entrega del testigo al PP y la continuación de las mismas tramas con nuevos personajes que ahora protagonizan los interminables casos de corrupción de ese partido.
A lo largo de la historia de España son muchas la manipulaciones mediáticas y políticas que han pretendido desviar la atención sobre un asunto en particular que incomode al gobierno de turno o propiciar un estado de opinión en la ciudadanía que permita al que mueve los hilos alcanzar el poder a su medida, mantenerse en él o simplemente lucrarse. La proliferación de los medios de comunicación en el siglo XXI afines a la causa de ese cohecho, junto a la era de Internet, aún la hace más difícil de concienciar. El ejemplo lo tenemos en el incesante chorreo de casos que acumula el Partido Popular y que miserablemente aún tenga defensores sobre los mismos.
Las manipulaciones mediáticas de este partido político son dignos de alabanza. Aun teniendo todo el mapa físico del territorio nacional salpicado de imputaciones, o investigaciones judiciales, su facilidad para constituir cortinas de humo, una conveniente herramienta de control de masas que desgraciadamente suele prosperar con el auxilio de sus secuaces medios de comunicación, hacen que hasta esas tramas de corrupción parezcan algo de un solo personaje aislado y no del establishment habitual en la manera de actuar de dicha formación política.
Ya ni la prensa internacional se inmuta sobre la incesante lluvia de corruptelas por parte del gobierno de turno español. Pero se sorprende de las declaraciones de sus gobernantes. Es vox populi que el PP está abatido, y sabiendo que el plan de un Rajoy acorralado por la corrupción, y ante pactos imposibles de formar gobierno (lo de negar el saludo a Sánchez demuestra tal impotencia), no llega a entender las palabra del líder del PP cuando dice que “los últimos escándalos no van a mermar su aspiración de gobernar”. España y el gobierno en su línea, sin cargos de conciencia aunque las tramas de corrupción se paseen a lo largo y ancho de su territorio. Como ejemplo estos son algunos de los casos más relevante a día de hoy:
Actualmente, las Islas Baleares se llevan la palma en cuanto a la acumulación de causas abiertas por corrupción. El archipiélago cuenta con 11 tramas de corrupción el caso Nóos o el Palma Arena son los más conocidos dada la relevancia de los personajes imputados en las mismas.
Seguidamente, la Comunidad Valenciana aparece con 5 tramas de corrupción en curso. En este caso, la mismísima trama Gürtel afecta a la región, donde también se han visto inmersos en el caso Brugal o en el reciente fraude en Acuamed.
Madrid es la siguiente Comunidad con más tramas de corrupción. Un total de tres casos salpican a las administraciones madrileñas. La propia Gürtel, la ´Operación Púnica´ y el mediático ´caso Bárcenas´ son las tramas abiertas.
Galicia también cuenta con tres casos de corrupción entre sus cargos públicos. El ´caso Campeón´ y la ´Operación Pokémon´ (con su derivada ´Operación Manga´) son las investigaciones judiciales que colocaron a la comunidad gallega en el mapa de la corrupción.
A continuación, destacan las Islas Canarias donde hay dos tramas corruptas en curso. Se trata de los casos Faycán y Catis.
En Andalucía, el Partido Popular se ha visto salpicado por el ´caso Troya´. En esta trama se acusa al alcalde de Alhaurín el Grande (Málaga) y a su concejal de Urbanismo de sendos delitos de cohecho.
El “caso Umbra” es la presunta trama de corrupción urbanística en la que se ha visto implicado el PP de la Región de Murcia.
En Asturias las filas populares también se han visto salpicadas por la corrupción entre sus miembros. Los tentáculos de la trama Aquagest han llevado ante el juez a concejales y diputados de distintas formaciones en el Principado.
Con este perfil de “investigaciones” más el estadillo de los últimos escándalos en el PP de Valencia con la ‘aforada’ Rita Barberá a la cabeza, se tiene en el seno del PP la certeza y la seguridad que su partido no “mermara en ninguna medida” a la hora de negociar el próximo gobierno para el Estado español. La comunidad internacional se debe estar preguntando, ¿qué haría falta para que se sientan responsables y causantes del estado de su Estado…?
J L Herrera Vega
Ciències de la Informació i de la Comunicació
El Comunicado
