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Dimarts, 19 de març del 2024
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La irracionalidad de volver al “seny” ahora

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Las represalias políticas y penales son inevitables.

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La recesión económica a corto plazo en Catalunya seguramente también.

Ya lo era tras el atentado de Barcelona y Cambrils, porque en todas las ciudades que no son capitales de país (mucho más robustas ante vaivenes económicos) y ha habido un atentado, la reducción del turismo ha afectado severamente a la economía.

El traslado de las sedes sociales de las empresas no son positivas, pero tampoco tiene unas consecuencias apreciables sobre la economía (salvo para la de los notarios), porque los impuestos no se distribuyen según la sede social (ni siquiera fiscal) de las empresas.

A corto plazo afecta más la caída del turismo que la marcha de dichas empresas. Caída que, insisto, se produce sobretodo tras los atentados, aunque ahora pretendan confundir para atemorizar.

No obstante, la marcha de las empresas sí que puede afectar a largo plazo a la economía. Pero va a afectar mientras exista la incertidumbre por la posibilidad de independencia en el futuro: mientras Cataluña no logre la independencia, el potencial de desarrollo se va a ver afectado por la permanente incertidumbre.

Así que, contrariamente a lo que se suele apuntar, el argumento de la incertidumbre como factor negativo para economía es en realidad contrario a permanecer en España y favorable a lograr la independencia: el Quebec perdió fuelle pese no lograr la independencia: precisamente por no lograr la independencia, los bancos nunca regresaron y la incertidumbre siguió latente, sin desaparecer (en cambio, con un país independiente, todos esos bancos hubieran regresado o se hubieran creado de nuevos).

Y no sólo seguir en España supone un mal desde el punto de vista económico por la incertidumbre que genera, sino que la marcha de los órganos de dirección de las empresas no hace sino reafirmar que Cataluña sea cada vez más una mera colonia de España: por eso es un error político facilitar su traslado, tal como ha hecho el Gobierno de Rajoy. Y no solo un error político por parte del Estado español sino que es un error para aquellas empresas que se han marchado por capricho (acepto que no es el caso de las entidades financieras) porque podría ocurrir que sus activos duros (sobre todo de empresas como Gas Natural, Abertis, etc.) fueran confiscados en una Cataluña independiente por mandato popular (podría ser lo mínimo que las CUP aceptaran en el proceso constituyente que se abriera, y tampoco perjudica a los pequeños, medianos y grandes empresarios catalanes que se han mantenido leales).

Ya solo es posible la actuación pacífica pero contundente. Ayer Carod Rovira (Preguntes Freqüents, TV3) decía que España siempre llega tarde: pero puede que Catalunya tienda a acabar demasiado pronto. Históricamente parecería que a los catalanes les gusta declararse en rebeldía pero al final aparece la figura “del caganet” (como dicen despectivamente en la Meseta) por traiciones o cobardía (después de haber hecho ya lo más atrevido y saltarse al apolíneo seny, lo pretenden recuperar cuando ya es irracional hacerlo). Es el momento de demostrar qué poco nos conocen.

Quien no quiera ver que la única salida es escapar de España, verá a una Catalunya atada y rezagada durante las décadas que vienen.

La declaración implícita de independencia y posterior propuesta de suspensión (no votada) del 10O, en mi opinión fue un acto inteligente, en esta larga travesía donde no será por oportunidades concedidas a la otra parte…

Pero ya es el momento de actuar de verdad y pronto. Si puede ser el lunes mejor que el martes. Tiene que declararse explícitamente la independencia y sin suspensión (lo suyo sería primero rechazar la propuesta de suspensión y luego votar explícitamente la proclamación de la República catalana).

En mi opinión esto debe venir seguido de un reconocimiento de la posibilidad de reunificación si en un nuevo referéndum pactado a iniciativa de la parte española, los resultados apuntan en tal sentido, porque así el Parlament no perdería la legitimidad al admitir lo que es indiscutible: que se puede realizar un referéndum de mejor calidad que el del 1-O si la parte española acepta las reglas del juego democráticas y deja de boicotear las expresiones de la voluntad popular.

Pero en ningún caso el admitir la perfectibilidad en la obtención de datos que intentan representar la voluntad popular puede significar desoír el mandato popular del que se dispone, pues sería traición y supondría otorgar la razón a quienes impiden un juego democrático limpio y con plenas garantías, porque el statu quo ya les viene bien.

Y para cumplir con el mandato popular del que hoy disponemos, sin contradecir que la voluntad siempre ha sido que hubiera un referéndum de máxima calidad, porque lo que en ningún caso se pretende es tirar adelante la independencia independientemente de cual sea la voluntad popular, una DUI admitiendo el carácter reversible de la misma sólo si se produce una oferta de referéndum pactado, sería lo ideal.

En cualquier caso confío en que Puigdemont tomará la decisión acertada, porque hasta el momento dudo que haya cometido ningún fallo.

Conteste o no a Rajoy el lunes, sea reversible o no la independencia que espero que sea declarada explícitamente y pronto, el pueblo catalán impedirá que Puigdemont haga ningún paso al lado que él o el Parlament no desee, porque nos tendrá al lado ante cualquier 116, 155 o injerencia que venga de Madrid.

Espero que en Madrid sean conscientes de que esta es una revolución pacífica, y que no habrá armas, pero que si aplican el 155, puede que haya jueces y funcionarios que dejen de obedecer las normas provenientes del Parlament o del President, pero en ningún caso dicha desobediencia implica la obediencia de la ciudadanía a cuerpos foráneos: desatarán una desobediencia pacífica pero caótica sin precedentes.

Que no esperen que en Catalunya se van a poder celebrar elecciones algunas si antes no se ha celebrado un referéndum pactado o si no son para un proceso constituyente. El 1-O vimos cómo unos pocos miles de policías boicotearon unas elecciones: ojalá no tengamos que ver como millones de personas boicotean unas elecciones después de romper con la dignidad de las instituciones catalanas y de negar al pueblo catalán como sujeto político.

 

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