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Divendres, 29 de març del 2024
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DESMONTANDO EL CÍRCULO

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DESMONTANDO EL CÍRCULO

(Traducido del original catalán publicado hace unos días en Nació Digital)

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Pasados ​​unos días quiero diseccionar el documento de Círculo de Economía: Ante el 21-D. Evitar el caos. Recomponer la estabilidad. A la primera de cambio solicitan a los partidos que se comprometan a desarrollar su futura acción política en el marco de la legislación vigente en cada momento. O sea, los 7 partidos parlamentarios que se presentan el Círculo ya excluye 4 que tienen más del 60% de votos y diputados porque tienen programas que rebasan el actual marco vigente: desde el Estado federal plurinacional Podemos, a la independencia de ERC, PDCat y CUP. O sea, que una entidad que se pretende transversal, y que en algún momento glorioso había jugado un papel de catalizador reformista, ahora se ancla en el conservadurismo más rancio y minoritario en Cataluña.

A la segunda de cambio, se afirman cosas como que, en Cataluña, estamos asistiendo a un gravísimo deterioro de nuestra economía. Y que a la llamada fuga de empresas, se ha añadido una significada caída de actividad en sectores como el consumo o el turismo. Parece mentira como un organismo que se jacta de estar formado por notables representantes del mundo académico y de empresarios que se suponen rigurosos, ose hacer estas afirmaciones validando las cifras (primera falsedad), atribuyéndolas sólo al independentismo (segunda falsedad) y no a la intervención brutal del Estado y, finalmente, focalizándose en Cataluña (tercera falsedad) cuando de hecho, para bien o para mal, las cifras, en muchos casos, empeoran más en el resto de España. Respecto la primera falsedad están las cifras de comportamiento de la actividad económica que hasta el momento de la intervención de Montoro son excelentes, brillantes incluso, en comparación con la década anterior. La segunda falsedad es el intento de atribuir al independentismo lo que es consecuencia de la intervención del Estado. Sólo cuando Montoro puso las manos en la Generalitat y se encerraron miembros del Gobierno en la cárcel y se golpearon personas pacíficas, fue cuando algunos turistas dejaron de venir, los ciudadanos se retrajeron de comprar o ir a espectáculos. Y tercera falsedad: poner el foco sólo en Cataluña, escondiendo que, o bien la inflexión económica es general, o tal vez más fuerte en España. El caso del turismo, como ejemplo: cae en octubre un 2% en Cataluña, un 5,9% en Andalucía, 3,5% en Valencia y un 4% en Madrid.

El Círculo continúa afirmando que la dinámica puede consolidarse, o incluso acelerarse, si no somos capaces de garantizar aquella mínima previsibilidad que exigen ciudadanos y empresas. La actividad empresarial requiere de unos marcos de actuación previsibles. Su ausencia, en un entorno tan globalizado y abierto, conlleva una pérdida inmediata de actividad económica, como hemos podido comprobar en estas últimas semanas. Pero una vez más esta afirmación genérica que es cierta, no es contextualizada adecuadamente. ¿Formaría parte de la previsibilidad que el principal partido de Gobierno de España no esté carcomido con más de 700 imputados por corrupción y que no fuera acusado directamente de conspiración mafiosa para la desaparición de pruebas? ¿Formaría parte de la previsibilidad que el Estado español no encabezara los ránquines de falta de transparencia y de libertad de prensa de la Unión Europea? ¿Sería una aportación a la previsibilidad que no saltaran cada dos por tres escándalos de desviación de fondos europeos para financiación delictivo de campañas electorales del PP, como se ha hecho público recientemente?

Más adelante el Círculo atribuye al anuncio de una Declaración Unilateral de Independencia, lo que despertó la alarma y la reacción inmediata. No sólo de grandes corporaciones sino, también, de pymes y ciudadanos. Pero en la frase anterior a esta el Círculo reconoce que a pesar de la alta tensión política de los últimos años no se ha notado nada en economía. El Círculo podría haber sido un poco más honesto y reconocer que ha habido brillantes resultados en Cataluña, entre ellos la eliminación del déficit público tan reclamado en documentos anteriores; y que Junqueras ha obtenido superávit. ¿Pues bien, si todo iba bien, e incluso muy bien, aunque no lo reconozcan, donde estaba el problema? ¿No está claro que, si hubiéramos vivido en Canadá o Gran Bretaña hubiéramos continuado en tensión, pero sin consecuencias? ¿Quién ha provocado las posibles malas consecuencias? El Estado y su brutalidad y autoritarismo al conducir el conflicto con el territorio motor de su economía. Esto es lo que asusta a las multinacionales. ¿Cómo se pueden fiar de un estado corrupto que maltrata el territorio que le da de comer?

El Círculo advierte a los ciudadanos de sufrir las consecuencias con un aumento del desempleo (…) y un serio, cuando no descontrolado, malestar en una ciudadanía que evidencia fracturas muy preocupantes (…) y una coyuntura de una gravedad desconocida en nuestra vida en democracia, no sólo en España, sino también en la Unión Europea. Una vez más la exageración y la mala focalización del Círculo. De empleo vamos bien, mucho más que la mayoría de C.A españolas. Y en todo caso, el efecto del boicot real a los productos catalanes está actuando como un boomerang sobre las empresas suministradoras españolas, como reconoció el jefe de la patronal extremeña. Y la gravedad desconocida proviene del uso de la fuerza unilateral por parte de un Estado constituyente de la Unión Europea y que, a diferencia de las amonestaciones de esta hacia Hungría, Polonia y ya no digamos en Turquía, con España haya callado. Esta es la gravedad que hace que el caso catalán puede ser una auténtica bomba para España y Europa.
El Círculo apela al indispensable gobierno de todas aquellas cuestiones sociales y económicas que inciden directamente en el bienestar ciudadano ya que opinan que la extrema focalización en el proceso, ha llevado a no priorizarlas. Pero no dice nada de las cerca de 30 leyes aprobadas en el Parlamento de Cataluña destinadas al cambio de modelo energético, a la defensa del comercio urbano, contra la pobreza, por la igualdad de géneros, a favor de la economía productiva etc. que han sido recorridas por el Gobierno de Madrid y tumbadas por el Tribunal Constitucional.

Dice el Círculo que llega el momento para que, desde los poderes políticos, pero también desde el mundo económico y empresarial, se definan aquellas actuaciones que favorezcan que la economía catalana recupere la normalidad. Si la normalidad era la situación anterior a la intervención de Montoro donde todos los indicadores eran excelentes: turismo, exportación, innovación, empleo, superávit público etc. es muy fácil. El Círculo debería reclamar la libertad de Oriol Junqueras; y que Montoro saque las manos de una economía de la que la propia Generalitat intervenida reconoce que se drenan cerca de 17.000 millones de euros anuales, de déficit fiscal. Esto es lo que correspondería hacer a una entidad que presume de tener más de 60 años de existencia, donde el Círculo de Economía, nació estimulado por las ideas de Europa, democracia, y apertura económica.

Acaba el Círculo diciendo que hay que aprovechar esta campaña para aclarar propuestas y llegar a acuerdos básicos sobre nuestro futuro inmediato. (…). Y que el 21-D se convierte en una oportunidad, pues, cualquiera que sea su resultado para iniciar una nueva etapa en la que prevalezca la voluntad de diálogo y entendimiento. La alternativa es el caos. Ahí está el quid. Si quieren ahorrar el caos, el Círculo debe dirigir sus dardos a quien tiene la máxima responsabilidad: el Gobierno de Madrid y España, como cualquier observador internacional no hipotecado está reconociendo. Diálogo significa que hay dos partes. Y los señores del Círculo no se ve que exijan, como incluso han hecho los dirigentes más conservadores del U.E, que el Gobierno español reconozca a la parte catalana como sujeto político. Mientras esto no se produzca, y al margen de los resultados del 21 D, el tema catalán se enquistará y el caos estará servido seguro. Y la economía española, no especialmente la catalana, situada ya en zona de riesgo por la quiebra de las pensiones y la deuda, se hundirá, arrastrando al euro. Como diría alguien, señores del Círculo, ustedes que pueden, hagan algo.

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